sábado, octubre 08, 2011

CANCIONES PARA PERROS EN PELIGRO (VII)

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Artista - BELLY
Canción – “Feed The Tree”
Disco - “Star” (93)

Mi caso fue curioso. Apenas seguí a las Throwing Muses ("Las Musas Desperdigadas", gran nombre) en su primeras encarnaciones. Las conocía, pero como alma en crecimiento estaba demasiado preopcupado con Pixies, Dead kennedys o Hüsker Dü. Luego las he consumido muy moderadamente. Sin embargo sí me enganché, sin excesos, a las carreras en solitario de las dos cabezas femeninas de la banda. Siendo más de Kristin Hersh que de Tanya Donelly, corazón de Belly, reconozco evidentes paralelismos en su evolución y sus talentos: ambas poseen sensibilidades exacerbadas y punzantes, voces personalísimas y primeros discos deslumbrantes que con el paso del tiempo, no fueron capaces de igualar. Del glorioso “Hips and Makers” de la Hersh nos ocuparemos en breve, pero hoy he desempolvado “Star” de Belly, la banda de Donelly, con la ilusión de quien devuelve un regalo, porque, al cabo, es un regalo: una secuencia alterna de temazos de pop y nanas oscuras envueltas en caramelo ácido (o ambas cosas a la vez) cuyas reflexiones, más oscuras de lo que la cobertura parece indicar, pasean por ese universo común a tantas mujeres que escriben y sólo algunas son capaces de moderar con tanto genio: traumas de infancia, inseguridades superadas a base de cicatrices, muñecas quemadas, la sombra siempre ambigua de la familia... la sucia llaga del pasado, en fin, que ha terminado por ser la hermosa y amenazante corola del presente. Y, de paso, al menos cinco hits que en justicia deberían haberle granjeado una fama que, acariciada (colaboración con las Breeders, un número dos en UK, fotos en la Rolling Stone... era el post nirvanazo, al cabo), jamás logró: “Gepetto”, “Low red Moon”, “Slow Dog” o "Untogether", escuchadas al mediodía de Madrid, mientras mi nuevo compañero de piso y su novia pintan su habitación de azul Xauen, no sólo aguantan el barrido del tiempo, sino que emergen de su ola intactas y mejoradas, extraños animales/vegetales sónicos de casero pero perfecto acabado, reminiscentes de una época, quizá, pero con la suficiente dosis de atemporal energía pop para dejarla atrás con gracia y con caracter y ser de hoy mismo; gloriosos revolvones de pensamiento, melodía y luz. Ejemplo mayestático de todo ello, ganando por un par de cabezas al resto del lote, es la ENORME "Feed The Tree", reflexión sobre, como no, la muerte; colosal tema melódico donde la impagable voz de la Donelly alcanza su cima (exhibicionista, emocional, ortodoxamente pop pero con una cierta vibración interna, un algo lejano de alteración que la hace única). “Así que quítate el sombrero, chaval, mientras hables conmigo/Y permanece allí mientras alimento al árbol”, dice, con un chorro que de puro luminoso es oscuro y que impera a capricho sobre la base de bajo, convirtiendo en intrascendente el anclaje temporal. Por lo que a uno respecta, no se puede hacer pop mucho mejor que este. Más o menos en esa época, la Hersh había sacado “Your Ghost” con Michael Stipe de invitado, y se estaba llevando el pastel, aunque no por mucho tiempo. Pero esa es otra historia. Recuperen este disco, o búsquenlo, bájenselo, lo que prefieran. Es música para cumpleaños embrujados. Y probablemente ustedes tengan niños, ¿verdad?//LUIS BOULLOSA

PD.- Por cierto, he escrito todo esto sin un atisbo de nostalgia por aquella época, pero quienes la sientan (a mí a veces me pasa) pueden alimentarla AQUÍ.

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1 comentario:

Lady Beauchamp dijo...

Tomo nota para los cumpleaños embrujados. Gracias